Hablando de regalos, cual sea la ocasión que se
hace entrega de uno por más costoso y significativo que pueda llegar a ser,
este, nunca será más importante que el agasajado, un presente puede escogerse a
razón de la persona o bien con motivo de la ocasión a celebrar como por ejemplo
un grado o un aniversario.
Tradicional y religiosamente en diciembre se entregan regalos, bien sea por la enseñanza romana de la celebración de la saturnalia, práctica que se originó en babilonia; esta forma de celebración consistía en que las personas se enviaban regalos para conmemorar y festejar el nacimiento de tamúz, el niño dios, Hijo de una sacerdotisa, quien aseguraba que este bebe era la reencarnación de Nimrod. Por otro lado, con motivo de las fiestas de fin de año, se entregan obsequios como agradecimiento por una labor realizada, entre otros motivos. En el presente artículo hablaré del regalo de Dios a su hijo Jesucristo, y debe entenderse que el regalo que el Padre le otorga al hijo no es ni será más importante que el mismo hijo.
El capítulo 17 del evangelio de Juan, uno de
los pasajes más complejos y profundos pronunciados por el mismo Cristo, hace
mención al regalo que le fue entregado por su padre Celestial. Son tres los
aspectos relevantes a revisar del regalo de Dios a su hijo: la posesión entregada,
segundo, la posesión adquirida y tercero, la posesión exhibida.
Primero, la posesión entregada: Jesús menciona que todos aquellos que en el consejo eterno de redención fueron escogidos por Dios, y que son propiedad de ÉL, le fueron entregados. Juan 17:6, 11,12,20,24 “6He manifestado tu nombre a los hombres que del mundo me diste; tuyos eran, y me los diste, y han guardado tu palabra. 7 Ahora han conocido que todas las cosas que me has dado, proceden de ti; 11 Y ya no estoy en el mundo; mas estos están en el mundo, y yo voy a ti. Padre santo, a los que me has dado, guárdalos en tu nombre, para que sean uno, así como nosotros; 12 Cuando estaba con ellos en el mundo, yo los guardaba en tu nombre; a los que me diste, yo los guardé, y ninguno de ellos se perdió, sino el hijo de perdición, para que la Escritura se cumpliese. 20Mas no ruego solamente por estos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos; 24 Padre, aquellos que me has dado, quiero que donde yo estoy, también ellos estén conmigo, para que vean mi gloria que me has dado; porque me has amado desde antes de la fundación del mundo.
6 veces Jesús
hace mención de la frase “los que me
diste” esto implica la importancia que tiene la iglesia en el plan redentor
de salvación.
Segundo, la
posesión adquirida: Este regalo de Dios a su hijo, tuvo
un precio muy alto por el cual Jesús debió pagar. Este regalo debió ser escogido, fue limpiado, fue entregado, fue conquistado y este regalo
fue exhibido.
Tercero, la
posesión exhibida: El apóstol Pablo escribiendo a la iglesia de Éfeso, (Efesios
4:7-10) deja de manifiesto este interesante aspecto del regalo de Dios a su
hijo, Pablo, usa paralelamente el pasaje del Salmo 68:18 “Subiste a lo alto,
cautivaste la cautividad, tomaste dones para los hombres, Y también para los
rebeldes, para que habite entre ellos JAH Dios.” El contexto que usa pablo es
el mismo concepto de las conquistas de los reyes.
El Botín conquistado. En la época de los reyes, cuando
estos salían a la batalla llevaban a su reino todo lo que habían conquistado,
animales, metales preciosos, soldados, y personas que eran tomadas por esclavos, e
incluso en algunos casos llevaban cautivo al mismo rey, en algunas
oportunidades lo degollaban y su cabeza era exhibida como un trofeo, en otros
casos el rey quedaba como un preso político.
Entrada triunfal. Cundo el rey y sus valientes soldados llegaban
a su reino todo el pueblo salía a su encuentro haciendo calle de honor, el
exhibía el botín conquistado, el pueblo lo celebraba con canticos y fiestas.
Botín compartido. Del botín conquistado una parte era repartida entre sus valientes soldados.
Pablo dice:
“7 Pero a cada uno de nosotros fue dada la gracia
conforme a la medida del don de Cristo. 8 Por lo
cual dice: Subiendo a lo alto, llevó cautiva la cautividad, Y dio dones a los
hombres. 9 Y eso de que subió, ¿qué es, sino que también
había descendido primero a las partes más bajas de la tierra? 10 El
que descendió, es el mismo que también subió por encima de todos los cielos
para llenarlo todo.”
Este paralelismo
es increíble y nos presenta un acontecimiento cósmico de magnitudes
inimaginables, observemos la analogía con Cristo, el Rey conquistador.
Botín conquistado. Cristo el Rey, enfrentó una lucha con el mundo
de las tinieblas, y conquistó para sí a todas aquellas personas que eran
cautivas por satanás, las cuales liberto y las hizo cautivas ahora de ÉL.
Entrada triunfal. Cristo, el rey conquistador, tomó su botín y
lo exhibió públicamente ante todas las huestes espirituales demostrando su gran
triunfo y poder sobre su adversario. Colosenses
2:15 LBLA “Y habiendo despojado a los poderes y autoridades,
hizo de ellos un espectáculo público, triunfando sobre ellos por medio de Él.” NTV
“De esa manera, desarmó a los gobernantes y a las autoridades espirituales. Los
avergonzó públicamente con su victoria sobre ellos en la cruz.” RV60 “y despojando a los principados y
a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz.”
Botín compartido. Cristo, el Rey conquistador entregó a su
iglesia dones hombres, (Apóstoles, profetas, evangelistas, pastores y maestros)
varones que eran cautivos por satanás, y que ahora por su gracia son de su
propiedad y los entrega a la iglesia para que ellos edifiquen.
El regalo
de Dios a su amado hijo es la iglesia, ¡Gloria
a Dios! La cual fue escogida, limpiada, entregada, conquistada y exhibida
en el mundo espiritual por su rey conquistador.
No es
posible que un creyente al entender esta verdad doctrinal viva su evangelio de
manera sencilla y trivial.
Ahora el cristiano
vive acorde a su verdadera posición en Cristo, el, es posesión de Cristo; No se
pertenece a sí mismo, pues nunca ha sido dueño de si, antes era cautivo de
satán, esclavizado por pecado, pero con la obra redentora ha pasado a ser
siervo de Jesús. Simplemente cambio de amo. Ahora vive en libertad para
obedecer a Dios.
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