SIN LUZ. Entendiendo la naturaleza de la humanidad

 

El infierno está lleno de “iluminados” que en realidad vivieron en absoluta oscuridad.

La verdad sobre el infierno es una realidad tan cierta como la misma vida, a diferencia de la vida que sí se extingue, pero, el paso a la vida eterna no tiene fin, no tiene parada, no tiene estaciones de abordaje; como diría el erudito Jonathan Edwards: Un condenado en el infierno después de 10.000 años de condenación mirará atrás en el tiempo y verá que este tiempo no significa una ápice con relación el oscuro futuro de dolor y tormento sin fin que le espera sabiendo que jamás tendrá la más mínima esperanza de escapatoria. (Parafraseado)

Erróneamente se tienen algunas concepciones respecto a que el hombre puede o no puede ir a la condenación eterna, algunos atribuyen esta responsabilidad a satanás, creen que la condenación es una responsabilidad única y absoluta del diablo, haciéndose inocentes de toda culpa sin serlo; otros afirman que el hombre puede o no puede ser condenado, consideran que el hombre vive en algo así como en un estado neutral mientras está en la tierra y solo hasta después de la muerte sabrá a donde llegará. Otra creencia afirma que el hombre pecador no pasará la eternidad en condenación, más bien, el sufrirá un exterminio total; Esta enseñanza afirma que es como si nunca hubiera existido, afirman sus promotores que Dios siendo tan bueno y amoroso no permitiría que sus creaturas pasen por este horrendo castigo.
Se hace necesario dar a conocer la verdad de la condición humana y su fatal desenlace en la eternidad, la realidad enseñada por la biblia es que el hombre ya está condenado, el hombre no escoge si ser condenado o no ser condenado, ¡absolutamente no!, el hombre por su estado de muerte espiritual y separación de Dios a causa del pecado, ya tiene una sentencia sobre su vida, aunque es un ser existente, su estado es de muerte espiritual y su fin es de condenación eterna. El hombre puede escapar de esta trágica sentencia única y exclusivamente atreves del puente de la cruz, solo de esta manera podrá ser libre de su actual condena.
La humanidad en el Edén quien fue representada en la persona de Adán, gozaba de vida espiritual, es decir, tenía permanentemente la maravillosa experiencia de relacionarse cara a cara con Dios, o por lo menos con la manifestación de su presencia. Los capítulos 3 al 5 de génesis nos refieren como Adán y Eva toman una decisión trágica, desobedecen la orden explicita de Dios, - “No comer del fruto del árbol.”  (Génesis 3:6; 1 Timoteo 2:14; 1 Timoteo 2:14) Esta decisión, trajo como consecuencia la mayor desgracia que jamás un hombre pueda experimentar, fue expulsado de la presencia de Dios, echado del paraíso, y trayendo sobre sí mismo y sobre la naturaleza el justo castigo de la ira del Dios Santo. (Génesis 3:14-23) A este nuevo estado del hombre se le conoce como la muerte espiritual. La palabra muerte viene del griego Thánatos (griego Θάνατος) que se traduce como separación, de esta manera el hombre, tras su decisión es separado (muerto) de la presencia de Dios. La biblia muestra tres tipos de muerte, una es la cesación de la existencia humana, esta es la muerte primera, la siguiente muerte, es la espiritual, que es la condición caída del hombre, el otro tipo de muerte lo describe la Biblia como la muerte segunda, que es la condenación eterna. (Apocalipsis 20:6; Apocalipsis 20:141; 1 Corintios 15:50-55; 1 Tesalonicenses 4:13-17; Génesis 2:17)
En otras palabras, el hombre, ahora es un ser sin luz, quien vive en su propia oscuridad a expensas de sus propios deseos, pensamientos y por su puesto bajo la influencia maligna, en el Edén, vivían por Dios. Él, era su fuente de vida. Ahora, en su nueva condición Dios ya no es su fuente de vida, como ellos repudiaron la autoridad divina, ahora viven por si mismos en su estado caído.
En su creación, el hombre recibió dos vidas, la existencia natural (griego Bios) y la vida espiritual (Génesis 2:7) una vez el hombre decide aceptar la diabólica oferta de la serpiente, pierde la vida espiritual, muriendo por completo a ella, quedando ahora solo como un ser natural, Por esta razón la biblia enseña que la humanidad después de Adán nace en una condición natural; este concepto es conocido también como naturaleza pecaminosa, naturaleza caída o naturaleza corrupta. Entre otros. Romanos 8:5-13
Este nuevo ser llamado hombre natural, posee entonces una naturaleza que lo caracteriza como una persona que actúa a expensas de sus propios impulsos y deseos, esta forma de vida va en contra de la naturaleza divina; existen por lo menos 12 comportamientos, hábitos o formas de vida que la biblia describe como es el hombre natural. Antes de entrar en detalle, vale la pena recalcar que el hombre no se condena por vivir de esta manera, ¡No! Ya que el hombre ha sido condenado desde su pecado original, este comportamiento es la consecuencia de su estado.
¡El hombre no es pecador porque peca, el hombre peca porque es pecador!
La siguiente sección de este estudio comprende las evidencias bíblicas del estado de separación del hombre con su creador, el estilo de vida del hombre determina si es un ser natural, o por el contrario su modus vivendi evidencia que es ahora una creatura que ha pasado de muerte (separación) a vida (reconciliado con Dios). Este estudio abordará únicamente el tema de la naturaleza humana, en otra oportunidad abordaremos la solución al problema del hombre.

En primer lugar el hombre fue expulsado a ahora vive separado de su creador. La consecuencia de la desobediencia del hombre le acarreó dos gravísimos problemas, uno de ellos es que fue expulsado del paraíso y por ende de la misma presencia de Dios, pierde la vida espiritual entrando ahora en una condición nueva y nefasta, ahora el hombre vive sin luz, en tinieblas, en muerte espiritual. Este nuevo estado hace que el hombre experimente en una eterna separación de Dios, ¿por qué? Porque su nueva naturaleza es totalmente contraria a la naturaleza santa, y justa del Creador, ahora, debe por consecuencia y justa sentencia vivir separado de la santidad de Dios. Génesis 3:22-234; Juan 15:5

En segundo lugar el hombre ahora vive a expensas de si mimo, ya no es dirigido por la presencia santa del Creador, ahora es gobernado, dirigido por sus propios pensamientos y deseos, adicionalmente permanece influenciado por el mundo de las tinieblas. Esta condición la biblia la describe como “estando muertos en pecados y delitos”.  Efesios 2:1 El hombre, al vivir en separación de Dios, sigue la corriente del pecado y esto se constituye en un delito para con El juez justo. Salmos 14:3; Marcos 10:18; romanos 3:10 En este punto cobra mucho valor a frase: “¡El hombre no es pecador porque peca, el hombre peca porque es pecador!

En tercer lugar el hombre está en medio de un mundo sin luz, este, lo ha llevado a permanecer en absoluta oscuridad con relación a las verdades espirituales, este principio la biblia lo llama entendimiento entenebrecido. Efesios 4:18; 2 Corintios 4:4 Esa capacidad de entender y comprender el mundo espiritual le ha sido vetada a causa del pecado, el hombre no puede entender los principios de Dios, su naturaleza pecaminosa no se lo permite, por esa misma razón ahora mismo en el infierno hay muchos “iluminados” que en realidad vivieron en absoluta oscuridad. Esta falta de entendimiento, ha llevado al hombre a encontrar formas erróneas de acercamiento a Dios. Por ejemplo, un entendimiento errado de acercamiento a Dios es pensar que por medio de un sin número de obras (legalismo) el hombre ganará algún crédito, otro ejemplo errado de entendimiento es suponer que después de trasegar por muchas vidas y purgar o purificar lo pecados, algún día alcanzará la plenitud de la presencia de Dios.

La cuarta característica del estado humano no es menos favorable que las anteriores y las siguientes. La biblia describe esta situación como indiferencia, en palabras del apóstol Pablo: “Ajenos de la vida de Dios” Efesios 4:18 El hombre es ajeno y es indiferente. Como decimos coloquialmente: “ni le va, ni le viene”, para el hombre natural las cosas de Espíritu son tan importantes como un partido de futbol americano, quizás el partido tendrá mayor sentido. Las excusas, la negación, las trabas, y las fortalezas para buscar las cosas de arriba son una contundente evidencia de la falta de importancia e interés en los asuntos eternos, simplemente el hombre es ajeno a los asuntos de espirituales. 

La quinta característica de la vida natural le hace creer al hombre que él es el ser más cuerdo, el ser más intelectual y ve como locura los temas espirituales. 1 Corintios 1:18 Para muchos pensadores, intelectuales, hombres de ciencia y lectura, no les es posible razonar las cosas espirituales, al no entenderlas por su oscuridad espiritual, lo más cercano a su conocimiento es llamarlo locura. Por otro lado encontramos personas del común que simplemente lo consideran como una absoluta locura, este pensamiento obedece a su estado de indiferencia hacia los asuntos del creador.  Proverbios 3:7

Llegamos a la sexta característica. Este es un estilo de vida demasiado común en nuestros días, en el lenguaje cotidiano a este tipo de vida se le conoce como “hedonismo”, Tiene la connotación negativa, vinculada a la búsqueda egoísta de la gratificación a corto plazo, entregándose a los placeres sin tener en cuenta sus repercusiones. Este mismo concepto la biblia lo llama deseos de carne. Gálatas 5:17; Romanos 13:14 Los deseos de la carne son los placeres que el hombre busca en el sexo, la droga, el licor, el cine, y todo aquello que le satisfaga a tal punto de hacer de estas practicas una costumbre e incluso una necesidad, es un hombre dominado por la dopamina.   

La séptima característica es la decadencia del placer. El hombre ahora vive esclavizado por el pecado, no puede elegir otra opción diferente a su condición, es pecador, y aunque en el rango humano pueda llegar a ser “una buena persona”, la realidad espiritual es que es un pecador, este principio nos aclara por qué algunas personas no dejan de pecar así se lo propongan, un ejemplo clásico de esto es la anécdota del esposo borrachín que llega con un obsequio a la madrugada y prometiendo a su esposa que está será la última vez que llega en esta condición, la realidad es que en ocho días, sino antes se repetirá la misma escena, esto mismo pasa con las promesas del infiel, del mentiroso, del deshonesto, del corrupto, del vicioso, del promiscuo, sus promesas de cambio son proporcionales a un merengue en la puerta de una escuela. Juan 8:34: Romanos 6:22

El hombre se ha constituido en un enemigo de Dios, esta es la octava característica del estilo de vida del hombre natural; la enemistad con Dios es el resultado de la ofensa cometida, ahora existe una hostilidad entre ambas partes, por un lado, el hombre no quiere acatar los asuntos divinos y la contraparte tampoco le permite acercarse por su estado de separación, a raíz del pecado. Romanos 8:7-8
Hagamos un alto en este trágico checklist, si bien todo esto nos deja ver la funesta condición humana, también es necesario decir que este hombre perdido tiene una oportunidad de restablecer su comunión con su creador a través de la fe en su hijo Jesucristo, quien por su parte en la cruz ofrece perdón y una vida al lado de Él. Para recordar, este estudio solo aborda el tema de la naturaleza caída del hombre.

En la novena característica encontramos a un hombre rebelde que no se rinde a la ley de Dios, es decir, el hombre está en contra de los principios espirituales, hace todo lo contrario. Romanos 8:7-8 Su mismo estado de esclavitud al pecado y desenfreno por las paciones carnales     no le permiten aceptar y acatar las leyes morales de Dios.

En décimo lugar encontramos a un hombre que le es imposible agradar al creador, ningún intento de bondad puede lograrlo, ¿Cómo así? ¿por qué? ¿Es acaso Dios un ser tan indolente que no pueda aceptar algo de sus creaturas? Recordemos que la condición de pecaminosidad adquirida hizo que el hombre fuera destituido y separado de la presencia de un Dios totalmente santo y justo, el hombre, al estar muerto (separado) por su pecado, toda obra esta indudablemente manchada de pecado, por esta razón al hombre no le es posible agradarlo. Romanos 8:7-8

El undécimo lugar es para la vanidad; Esta palabra observada desde el punto de vista cultural pierde por completo el significado y connotación que le da la biblia, culturalmente la vanidad está asociada con el decoro femenino. “Ella es muy vanidosa” haciendo relación por ejemplo a una mujer que le gusta mucho el arreglarse. No obstante la condición humana con relación a la vanidad va mucho más allá. Esta referencia es del apóstol Pablo y está en Efesios 4:17, esta palabra es traducida del griego mataiótes, que significa, inutilidad, fugacidad, depravación, que a su vez deriva de otra palabra griega, mátaios, que traduce como vacío, inútil, ídolo, vano. Según estas traducciones la vanidad es una condición caída donde el hombre ha entronado en su ser una increíble capacidad de hacer de su vida algo inútil, fugas, vacío. Dicho de otra manera, sus decisiones están encaminadas a todas aquellas cosas tan fugaces y efímeras, que solo producen una satisfacción temporal o una falsa felicidad.

El duodécimo puesto lo ocupan los perdidos, Jesús mismo declaró que Él había venido en busca de lo que se había perdido; El hombre en el Edén perdió su estatus de vida espiritual y desde ese momento vive perdido de Dios, errante por la vida, divagando en sus propios razonamientos, ideas, filosofías, deseos y places donde cada vez se sumerge más y mas en un mundo de absoluta oscuridad. como ejemplo encontramos lo que algunos llaman el consumismo, donde el hombre en su vanidad se desenfrena dando rienda suelta a sus placeres; dominado por este sistema que lo convierte en un absoluto perdido en medio de un mar de facilidades y banalidades. 

En último lugar el hombre está enfrentado una consecuencia realmente trágica y es que está bajo la ira de Dios, su desobedecía a las leyes divinas, el repudio a la mayordomía y su deliberada autonomía de Dios, ofendió la santidad del Creador, y Dios en su justicia actúa con ira frente al pecado. El pecado de la humanidad ha provocado la ira de Dios y adicional le acarreado un castigo eterno.  Romanos 1:18-32.   

Humanamente hablando, todo está perdido, paradójicamente para el mismo hombre Dios ha provisto un medio de acercamiento, Dios desea que sus creaturas, las mismas que lo ofendieron gocen aún de su comunión; y para esto Él facilitó una manera de acercamiento, decidió restablecer la relación rota, hizo un puente de unión, le extendió una escalera; tomó la decisión de poner a su hijo Jesucristo como sustituto, para que sobre Él se descargara toda su ira y sufriera el castigo que merecíamos y debíamos pagar. Ahora mediante la fe en Jesucristo, y aceptando su sacrificio como mío, el hombre caído es levantado (revivido, regenerado) para Dios y vuelto a la vida espiritual.

 
Josué Daniel Aya
Pastor

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