El Señor Jesús y Simón Pedro están sosteniendo una conversación muy interesante, esta charla trascendería en la vida de Pedro y seguidamente esta conversación involucró a la nación de Israel, por último, nos deja a la iglesia una enseñanza muy importante; principios que debemos aplicar en nuestra práctica de vida cristiana.
El texto de Juan 21:15-17 leemos: “15 Cuando hubieron comido, Jesús dijo a Simón Pedro: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas más que éstos? Le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. Él le dijo: Apacienta mis corderos. 16Volvió a decirle la segunda vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. Le dijo: Pastorea mis ovejas. 17Le dijo la tercera vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro se entristeció de que le dijese la tercera vez: ¿Me amas? y le respondió: Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te amo. Jesús le dijo: Apacienta mis ovejas.”
En esta oportunidad espero que usted comprenda que dentro de la obra de Dios cada uno ocupa un roll diferente; Uno de los aspectos de relevancia dentro de este tema es que aunque hay un rango diferentes de responsabilidades las partes son iguales de importantes, en ocasiones, el roll no tiene absolutamente nada que ver con sentirnos más o menos importantes que otra persona, El roll, está relacionado con las funciones y responsabilidades que cada parte ocupa dentro de la obra de Dios, comúnmente conocida como iglesia.
Qué bueno y sano es cuando una persona entiende su roll dentro de su entorno, por ejemplo: El hombre sabe que es el padre de familia, conoce sus atribuciones, es responsable y lo hace con felicidad, de la misma manera la mujer, como madre, entiende su posición. Cuando cada integrante es consciente de su roll simplemente es parte funcional de ese todo y camina en pro de unos intereses comunes.
El pasaje en mención, nos deja ver por lo menos tres roles dentro de la funcionabilidad de la iglesia de Cristo.
Roll No 1: El que llama, Jesús el Señor de la obra, el dueño de la obra.
Rol No 2: El llamado, Pedro es designado como apóstol a los judíos.
Rol No 3: Su posesión, Los creyentes son considerados “mis ovejas”
Dediquemos entonces tiempo a cada roll, según la descripción del apóstol Juan.
El rol del que llama. Podemos notar en el relato del evangelista Juan, como, Él Señor Jesús, comisiona, encarga, designa a Simón Pedro a una labor especifica: “Apacienta mis corderos, Pastorea mis ovejas”, en el sentido estricto y literal de la escritura en este pasaje, los corderos y ovejas que menciona Juan, hacen relación al pueblo de Israel; Pedro es designado como el Apóstol a los judíos. (Gálatas 1:7-8; 1 Pedro 1:1) Se entiende claramente que el contexto del pasaje hace relación al llamado que Dios le hace a Pedro, no obstante, de este pasaje podemos hallar principios para aplicar en la iglesia de Cristo.
Este llamado tiene dos características específicas, tiene una condición y un oficio; La condición que se le plantea a Pedro está enmarcada en la pregunta que Jesús le hace en tres ocasiones. Simón, hijo de Jonás, ¿me amas más que éstos? Vr 15; Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Vr 16; Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Vr 17 El amor, es la condición, ahora, este amor, ha de estar enfocado en la persona de Jesús, no en el llamado como tal, en las tres ocasiones en las que Jesús le pregunta a Pedro, el interrogante va enfocado directamente a la persona del Señor Jesús. Ahora, la respuesta de Pedro es la antesala al objeto del llamado, nos deja ver con claridad que el amor que exige Jesús debe estar enfocado en Él; Al estar enamorados de Jesús, aseguramos la continuidad de la tarea asignada, en cambio sí amamos el llamado más que a Jesús, muy seguramente el ministro desfallecerá dados los altibajos que implica el llamado.
Amar al Señor, de seguro garantizará la continuidad del llamado aun a pesar de las dificultades que esto pueda implicar.
Una vez Jesús, deja clara la motivación del llamado (el amor a Él) Se enfoca en el objeto del llamado.
El rol del llamado. Ya tenemos claro que el que llama es Él Señor Jesús, hay certeza que el amor debe estar enfocado en la persona del Señor Jesucristo; Ahora bien, el oficio del llamado también esta descrito en este pasaje de Juan, así como en tres oportunidades Jesús le afirma y reafirma la motivación del llamado, en las mismas tres ocasiones le refiere el objeto del llamado: Él le dijo: Apacienta mis corderos. Vr 15; Le dijo: Pastorea mis ovejas. Vr 16; Jesús le dijo: Apacienta mis ovejas Vr 17; Este encargo denota la profunda responsabilidad a la que fue comisionado el Apóstol Pedro, él debía apacentar la grey de Dios. El termino apacentar y pastorear, en esencia tienen en el mismo significado, sus sinónimos son pastar, pastorear, instruir, educar, vigilar, guardar, pacer; etimológicamente apacentar, significa (Dar pasto a las vacas), Este término proviene de dos palabras latinas, adpacentis y adpacere, donde El verbo pascere (apacentar, hacer pastar, cebar, criar) de donde tenemos pastor, pastizal y pastorela, se asocia con la raíz indoeuropea pa- (comer, proteger), que estaría presente en el pan. http://etimologias.dechile.net/?apacentar
En síntesis, El llamado que Jesús le hiciera a Pedro fue dar alimento a su pueblo.
El llamado del cual fue objeto Pedro, no es diferente al llamado que El Señor hace hoy en día a cierto grupo de personas para que le sirvan en el ministerio pastoral.
Primero: El ministro debe tener en cuenta que la motivación de su llamado debe ser única y exclusivamente el amor incondicional a Jesús, el siervo debe amar a quien lo llamo por encima de cualquier otra cosa, Jesús, hoy también nos hace la misma pregunta, Pastor ¡Me amas?; Siervo ¿Me amas? Ministro ¿Me amas? El ministro debe cuidarse de llegar a amar más el llamado que ha quien lo escogió. Des-afortunadamente la experiencia nos ha mostrado y enseñado que hay quienes aman tanto el ministerio que han hecho del llamado su dios, por esta misma razón encontramos ministros que por encima de cualquier cosa, situación o necesidad mantienen un status, un nombre, una razón social, aún así no esté dando el más mínimo fruto. Cuando se ama más la causa que a quien lo llamó, fácilmente se pierde el objetivo por el cual fue llamado.
Segundo: El hombre que ha recibido un llamado debe dedicarse con esfuerzo, dedicación y corazón a apacentar y pastorear en amor. Su motivación al ministerio ha de ser el amor que le tiene al que lo llamo, este amor personal le garantizará un servicio de mayor excelencia, efectividad y que trascenderá en el tiempo. El ministro que ame al Señor de Él recibirá el alimento, la fuerza, la provisión y todo lo que sea necesario para poder llevar acabo el objeto del llamado. El ministro deberá entonces agradar aquel que lo llamó aún por encima de sus propios intereses y de los de la comunidad que dirije. (Hechos 5:29-31) por ejemplo, en este pasaje, Lucas, el escritor, nos muestra como los apóstoles prefirieron agradar a Dios antes que complacer los deseos de los líderes religiosos.
Tercero: El ministro debe tener claro que ha sido llamado a pastorear un rebaño que NO es suyo, pero, por el cual SI dará cuentas. (Efesios 4:11-16; hebreos 13:7-25); Ser llamado pastor, nunca nos hará dueños, amos, empresarios; nunca debemos perder el status de siervos aun cuando Él mismo Señor de la obra llegue a “engrandecer” el ministerio. Este tercer punto nos lleva directamente al siguiente aspecto a analizar.
El rol de la oveja. ¡A quien se pastorea! Recordemos que en el sentido estricto del pasaje, las ovejas hacen relación directamente al pueblo de Israel, a quienes el apóstol Pedro debía apacentar con el amor de Cristo. Nuevamente en el pasaje de Juan, tres veces, Jesús, hace una aclaración de a quienes debía pastorear, pero hay una connotación de suma importancia, Jesús, no mando pastorear ovejas, Jesús le dijo a Pedro “apacienta mis ovejas”; así las cosas, el rebaño entregado a Pedro, era un rebaño asignado para que lo cuidara. Simón Pedro, había sido comisionado para cuidar de las ovejas del Señor; De la misma manera nosotros los pastores debemos tener en cuenta que sobre el rebaño al que hemos sido puestos es posesión del Señor, no son mis ovejas, no es mi iglesia, sino que mas bien son las ovejas del Señor y la iglesia del Señor, En este orden de ideas, el pastor cumple un roll de servidor del dueño del rebaño.
Siempre que tratemos con una persona debemos tener presente que estamos en frete de una oveja que le pertenece al Señor; y de esta manera el pastor está llamado a tratarla, el pastor que mal trate a las ovejas de su Señor, muy seguramente tendrá que enfrentarse al que lo llamó.
Ahora bien, implícitamente en este pasaje encontramos el roll que desempeña la oveja dentro del cuerpo de Cristo, al igual que la etimología del Pastor nos enseña sus roles, el significado de oveja nos deja saber cuál debe ser su rol.
Él le dijo: Apacienta mis corderos. Vr 15, el cordero es el ejemplar animal de menos de un año de cualquier especie del género Ovis, en especial de la oveja doméstica; sus sinónimos son dócil, sumiso, humilde, obediente, borrego, Recental, borro. Así pues, si la tarea del pastor es apacentar las ovejas del Señor, el rol de la oveja es dejarse pastorear.
El termino oveja por su puesto es una figura literaria que hace referencia a cuál debe ser nuestra actitud frente a Dios y dentro de su obra, no podemos, ni debemos actuar como seres irracionales, como los son las ovejas en sí, ellas, actúan de esa manera por el instinto que el creador puso en ellas, no obstante, a nosotros se entregó el raciocinio; Entonces, debemos actuar acorde al roll que nos ha sido asignado.
Si la labor del Pastor es pastorear, el roll de la oveja es dejarse pastorear, la actitud que se espera de la oveja ha de ser una actitud de una persona dócil, sumisa, humilde, obediente.
Concluyendo este análisis de la frase “pastorea mis ovejas” es importante resaltar que tanto el llamado, sea un Pastor, líder o ministro, al igual que la oveja, ambos, integrantes de la iglesia, deben saber que ellos dos son parte de un todo, dirigidos por una cabeza que es Cristo Jesús, ninguno de los dos deberá tomarse atribuciones que no le corresponden, El pastor no deberá jamás maltratar, manipular, herir, descuidar a sus ovejas, deberá apacentarlas en el amor en cual fue fundamentado su llamado, el amor a Jesús; la oveja por su parte no debe prestar resistencia, oposición, al pastoreo que recibe, deberá entender que es apacentada en el amor de Cristo.
Por último, la obra en la que trabajamos es del Señor y cada uno de sus integrantes ha sido comprado por el Señor, así pues, debemos mirar al otro sabiendo que su dueño es Cristo.
Josué D. Aya
#ElPasDanny
Si te ha edificado este contenido compártelo y déjame saber tus comentarios.
Gracias Pastor Daniel por este artículo, muy interesante su punto de vista. Bendiciones.
ResponderEliminar