Hola Oveja, ¿Cómo estás? ¿Espero y confío en Dios que bien? ¿Sabes? Este no ha sido un tiempo fácil para absolutamente nadie, aún los “grandes y poderosos” también han sido afectados en sus propias vidas, familias y empresas: nadie ha podido escapar de este malévolo flagelo del Covid-19, nadie puede decir que es inmune al ataque, Si estás bien y a salvo, es porque hasta ahora el Señor en su soberanía y providencia así lo ha permitido, Y si algún amigo o familiar a partido, también es porque así Dios lo ha permitido.
Estoy acostumbrado a dar abrazos, a palmear espaldas, a sacudir pequeñas cabecitas, incluso me he acostumbrado a ver rodar lagrimas por las mejillas de muchas de mis ovejas, curiosamente me hace falta escribirles a algunos o a los mimos de siempre, “Hola, te extrañe en el culto” Extraño muchas de esas cosas agradables que llamamos comunión cristiana.
Ahora solo me debo conformar con ver tu nombre en las notificaciones de las transmisiones en vivo y espero ansiosamente ver tus like, Ahora, mis abrazos se han reducido a un emoticón que a veces parece un frio y simple mensaje de costumbre.
No sé cuándo termine todo esto, aún no se sabe si pasará, no sé cuándo pueda volver a mis practicas pastorales físicas y presenciales, por ahora solo seré un pastor virtual, que le predica a un punto negro, esperando que estés al otro lado atento a recibir la palabra que Dios puso en mi corazón y que con todo mi amor te la predico. Solo te podré enviar saludos virtuales, abrazos virtuales, si es que existen, je je je.
Por todo esto, quiero pedirte que te cuides, cuida de los tuyos, y cuida al que más puedas, no lo hagas por un pánico generalizado, sino porque tu cuerpo es templo del Señor, y debes así mantenerlo, Si llegaras a enfermar, y te hospitalizan, muy posiblemente no podría visitarte, no podría imponerte las manos por sanidad, Solo te podría enviar una oración virtual, aún, mis mensajes de voz, difícilmente los podrías escuchar, No quiero ni imaginarlo, si llegaras a partir antes que yo, no podría acompañar a tus familiares, tendría que enviarte mis lágrimas virtuales, nuevamente enviaría abrazos virtuales, al cementerio irían solo 5 de tus seres queridos, la ceremonia de despedida seria virtual, fría distante y muy dolorosa.
Posdata. Oveja, ¡quiero seguir siendo tu pastor! Deseo volverte a ver, reír, abrasarnos, deleitarnos con el café que tanto me gusta, cantar juntos al señor, sentir nuevamente el abrazo fraternal.
¡Cuídate por favor!
Tu Pastor
Daniel Aya
Comentarios
Publicar un comentario