“Sal de aquí hacia el oriente, y escóndete en el arroyo de Querit, al este del Jordán” (1 Reyes 17:3) Fueron las palabras que escucho el profeta Elías de parte de Dios, cuando anunció una época de crisis en el reinado del Acab. Por un tiempo no llovería en la tierra y esto traería una crisis social y económica sin presentes. Algo similar estamos viendo en estos días modernos, más de 3 mil millones de personas están confinadas en sus casas y al igual que en la época del rey Acab, se avecina y en algunos casos, la escasez de alimentos ya es otro problema, circunstancia que cada gobierno seguramente tratará de solventar. Elias, era el profeta de Pueblo, y la orden que recibió de Dios fue Esconderse, esto le implicaría no tener acceso a los servicios más básicos de aquella época y por supuesto su sustento estaba en peligro.
En la primera parte de la crisis, Dios proveyó alimento para Elías, la palabra lo corrobora así: “4 Beberás agua del arroyo, y yo les ordenaré a los cuervos que te den de comer allí». 5 Así que Elías se fue al arroyo de Querit, al este del Jordán, y allí permaneció, conforme a la palabra del Señor. 6 Por la mañana y por la tarde los cuervos le llevaban pan y carne, y bebía agua del arroyo.” (1 Reyes 17:4-6); La situación para el profeta Elías se estaba dificultando, ya que el agua empezaba a escasear, pero, por su puesto para Dios esto no era un inconveniente, Dios también tenía la salida para la provisión de su siervo. Nuevamente Dios habla al profeta y le dice: “7 Algún tiempo después, se secó el arroyo porque no había llovido en el país. 8 Entonces la palabra del Señor vino a él con este mensaje: 9 «Ve ahora a Sarepta de Sidón, y permanece allí. A una -viuda de ese lugar le he ordenado darte de comer”. (1 Reyes 17:7-9) En medio de la crisis, Dios usó a una mujer viuda de escasos recursos para alimentar al profeta, lo sorprendente de esto es que Dios bendijo abundantemente el hogar de la viuda, quien solo le quedaba un poco porción de harina, y después esperaría morir de hambre. “Tan cierto como que vive el Señor tu Dios —respondió ella—, no me queda ni un pedazo de pan; solo tengo un puñado de harina en la tinaja y un poco de aceite en el jarro. Precisamente estaba recogiendo unos leños para llevármelos a casa y hacer una comida para mi hijo y para mí. ¡Será nuestra última comida antes de morirnos de hambre!” 1 reyes 17:12 La obediencia y generosidad de la mujer viuda para con el siervo de Dios, le trajo una abundante provisión divina, el profeta únicamente recibió su sustento, pero ella fue bendecida de una manera sobre abundante. “Porque así dice el Señor, Dios de Israel: “No se agotará la harina de la tinaja ni se acabará el aceite del jarro, hasta el día en que el Señor haga llover sobre la tierra” 1 reyes 17:14
Hoy en plena crisis del coronavirus (Covid-19) muchos siervos de Cristo, al igual que el profeta Elías están confinados en sus hogares, obedeciendo a las autoridades, Esta es la oportunidad para que usted sea un “Cuervo” o una “viuda” de Dios, y se deje usar por Dios para proveer de alimento a estos siervos de Dios que le pastorean, Le escribo a las ovejas del rebaño de Dios saben que su pastor vive del ministerio, que su modo de vida, es el trabajo ministerial; para nadie es un secreto que estos siervos, toman parte de los ingresos de la iglesia para su justo sustento. No le pido que infrinja las normas dadas por el gobierno, le pido que tome todas las precauciones necesarias y provea de alimento o dinero a su pastor y familia.
Estoy convencido que El Señor que es fiel a su palabra, le bendecirá y multiplicara esa ofrenda de amor y generosidad.
Josué D. Aya
Pastor CRC Kennedy
Comentarios
Publicar un comentario