PUESTOS LOS OJOS EN JESÚS
Leo en Hebreos 12:1-2 “Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestra tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, 2 puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.”
NTV “Por lo tanto, ya que estamos rodeados por una enorme multitud de testigos de la vida de fe, quitémonos todo peso que nos impida correr, especialmente el pecado que tan fácilmente nos hace tropezar. Y corramos con perseverancia la carrera que Dios nos ha puesto por delante. Esto lo hacemos al fijar la mirada en Jesús, el campeón que inicia y perfecciona nuestra fe. Debido al gozo que le esperaba, Jesús soportó la cruz, sin importarle la vergüenza que esta representaba. Ahora está sentado en el lugar de honor, junto al trono de Dios.”
Nuestra esperanza está en Cristo, únicamente andando de la mano de él tendremos la bendición. deseo que comprenda que las cosas materiales, emocionales son pasajeras, hoy están y pueda que mañana no; pero la fe en Jesús permanece para siempre.
Voy a iniciar primero con el versículo 2 Porque este verso nos da una instrucción, luego miraremos el versículo 1, que nos muestra la manera de cómo lograrlo. “2 puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.”
1. La instrucción es “Puestos los ojos en Jesús” este debe ser el objetivo del creyente, ¿Que significa poner la mirada? Podemos hacer referencia a un flechero, este, en la competencia tiene su mirada 100% fija en el objetivo que se llama la diana, sus músculos, su respiración, su sistema nervioso, están juntos en el asunto, Todos sus pensamientos están enfocados en no herrar, aún sus emociones también trabajan, porque él sabe que, si lo logra, sentirá un enorme placer. Pero, si faltando tan solo 2 segundos para disparar su flecha, respira mal, contrae algún musculo o desvía su mirada, las probabilidades de acertar serán casi nulas. Precisamente este es el concepto de la palabra pecado en el original hebreo, cuando el flechero erraba en el blanco se consideraba pecado. Así, que, nosotros somos flecheros de nuestra propia vida y las flechas que lanzamos son nuestros planes, proyectos, metas, nuestra vida cristiana, santidad, etc. Y si quitamos la mirada de nuestra diana que es Jesús, erraremos en la vida.
2. La mirada puesta en Jesús, es un acto de fe, y es una decisión de vida. Hebreos 11:6 “Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.” Por su puesto que tener la mirada puesta en Jesús es una garantía total, quien fija su mirada en el Señor no tiene perdida alguna, según el escritor de hebreos, para poner la mirada en Dios, o acercarse a él, hay que creer que Dios es real, a esto se le llama fe, y precisamente por la fe nos acercamos a Dios, “el autor y consumador de la fe” Así, que al fijar la mirada en Jesús tenemos certeza de mirar el origen y la finalidad de la fe, nuestra fe inicia en Jesús, y en Jesús está nuestra esperanza, esta no es una fe ciega, sin esperanzas, sin consuelo, Sin resultados, ¡No! Poner la mirada en Jesús es la máxima garantía de seguridad, ¡Gloria a Dios! “
3. La mirada de Jesús. “el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio” Una vez más encontramos a Jesús, como ejemplo de la vida práctica, El Señor también tenía su mirada puesta en algo, “el gozo puesto delante de él” Ese galardón que le esperaba, fue su motor para soportar, al punto que menosprecio tal sufrimiento, es decir lo tubo por menos, ya que no tenía comparación a la gloria venidera, este valor y decisión lo llevo al lugar actual donde hoy mora “y se sentó a la diestra del trono de Dios.” Con ese mismo arraigo, ejemplo y confianza que Jesús demostró, venciendo la tentación, el pecado y la muerte, debemos igualmente fijar la mirada en Dios, dando el lugar que le corresponde a las dificultades (menosprecio) valorando la gloria venidera que nos ha sido prometida. Hebreos 2:3 “¿cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande? La cual, habiendo sido anunciada primeramente por el Señor, nos fue confirmada por los que oyeron”
4. LA ESTRATEGIA DEL FLECHERO. Así como el flechero debe estar 100% atento, preparado y dispuesto a sacrificar cosas de su vida para obtener el buen puntaje, de la misma manera el cristiano para que su carrera sea efectiva es necesario que cumpla unos requisitos.
Hebreos 12:1 “Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestra tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante." Seguramente el escritor de hebreos tiene en mente las carreras Grecorromanas de aquella época, los juegos olímpicos era algo realmente interesante, fascinante y relevante. El asume la vida cristiana como una carrera, y para correr esta carrera, como lo hace el atleta debe estar libre de todo peso, todo aquello que le estorbe y le dificulte su buen desempeño, recuerde que estamos mirando a la diana, somos competidores celestiales, y debemos quitar de nuestra vida todas aquellas que cosas que impiden el verdadero desempeño como buenos cristianos, la pereza, la desidia, el desinterés, la comodidad, el conformismo, la crítica, la auto suficiencia, el orgullo, la vana gloria, todo estas cargas, pueden traer peso a nuestras vidas al punto de estorbar y hacer que fallemos en el objetivo, a esto se le llama la doctrina de la santificación.
El salmista en el cántico que se entonaba por el pueblo a los soldados como palabras de ánimo y aliento antes de salir a la batalla, declara una poderosa frese de fe y convicción en Dios. Salmo 20:7 “Estos confían en carros, y aquéllos en caballos;
Mas nosotros del nombre de Jehová nuestro Dios tendremos memoria. ¿Dónde está depositada su fe, en sus procesiones, en su trabajo, en su cartón? Tome el ejemplo del salmista y diga: “Mas nosotros del nombre de Jehová nuestro Dios tendremos memoria” Deposite su fe (mirada) en El Señor (diana)
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