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YO DECRETO YO DECLARO ¿Está ben declarar y decretar?



Ahora escuchen esto, ustedes que dicen: «Hoy o mañana iremos a tal o cual ciudad, pasaremos allí un año, haremos negocios y ganaremos dinero.»  ¡Y eso que ni siquiera saben qué sucederá mañana! ¿Qué es su vida? Ustedes son como la niebla, que aparece por un momento y luego se desvanece.  Más bien, debieran decir: «Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello. Santiago 4:13-15

Esta practica contemporánea surge en los movimientos llamados “ministerios quíntuples” dirigidos por los actuales apóstoles, profetas y pastores de la teología de la prosperidad, Donde el énfasis de su mensaje es el poder, la autoridad, El Dominio, El Éxito, la prosperidad  económica y todo lo que tenga que ver con la elevación del ego. 
RESEÑA HISTÓRICA Todo esto ha dado lugar a las nuevas “declaraciones y decretos” de los Apóstoles y profetas, Esta doctrina anti biblia promulga que  ellos están aprobados para decretar, declarar las nuevas directrices de Dios para la iglesia, y con sus decretos hacen mover el mundo espiritual a favor de la iglesia.  Cabe resaltar que esto está íntimamente ligado con las declaraciones positivas que se practica en la metafísica. Según Aristóteles, la metafísica (mas halla de la física) estudia los principios más elevados pensamiento y vocabulario del ser humano, dicho modernamente “método silva de control mental” es decir la mente tiene poder de Crear, la mente tiene el poder de hacer milagros. Dentro del pensamiento metafísico está el poder de la confesión, de donde salen las siguientes frases, “Yo lo creo, yo lo confieso y yo lo recibo” Estas doctrinas se comenzaron a introducir en la iglesia de Cristo en los años 80, con el Sr. Paul yonggi cho, y su libro la cuarta dimensión.  Surgiendo  entonces con los embarazos espirituales; “si deseas algo debes embarazarte de lo que deseas, hasta darlo a luz”   de esta manera los apóstoles y profetas contemporáneos, han lanzado sus decretos apostólicos

Según la concordancia bíblica, 20 veces aparece la palabra DECLARO, 17 veces en el antiguo testamento y  3 veces en el nuevo testamento.
 La palabra DECLARACIÓN aparece en tres ocasiones en el antiguo testamento; La palabra DECRETO aparece 65 veces en la biblia 62 veces en al antiguo testamento y 3 en el nuevo testamento; La palabra DECRETAR no aparece en la biblia.
Declarar: es dejar algo claro en público, proviene del latín  declarare formada del prefijo de- (denota separación de arriba abajo) y declarare (clarificar) es decir, dejar algo bien claro. Clarare viene de clarus (claro) Clarus al principio se refería a un sonido claro, como de  una campana.
la palabra decretar está formada con raíces latinas y significa “dictar una orden” sus componentes léxicos son; el prefijo de- (dirección de arriba abajo), cretus (analizado, distinguido) más el sufijo –ar (usado para nombrar verbos) La palabra decreto viene del latín decretum (decisión, orden, sentencia oficial)

NO HAY REFERENCIA BÍBLICA Para nosotros los cristianos el ejemplo de Jesús es nuestro mayor referente, en este caso en particular no encuentro a Jesús  haciendo declaraciones y dando decretos, No hay uno solo texto donde se encuentre una expresión de Jesús tal como “Yo decreto…” o “Yo declaro…” ahora bien, en efecto Jesús si pronunció grandes verdades celestiales, y debemos entender que cuando el pronunciaba o establecía verdades
celestiales, lo estaba haciendo en su condición divina, misma condición que se lo permite, y en este orden de ideas, aunque Jesús sea nuestro referente, ningún ser humano por más “unción” que tenga y por más “reconocimiento” que pueda alcanzar le da autoridad para igualarse a Jesús y hacer sus propios decretos y declaraciones.
Por otro lado los Apóstoles de Jesucristo,  los que tuvieron el privilegio de estar al lado de Jesús, y esta como condición para ser apóstol, también son nuestros referentes, A ninguno de ellos se le escucha declarar y decretar, Ahora bien, los apóstoles pusieron los fundamentos de la iglesia y la doctrina bíblica, Si de alguna manera a esto le pudiera llamar decreto y declaración, ellos están escribiendo bajo la pluma y dirección del Espíritu Santo, además cabe resaltar que ellos cerraron la inspiración y la revelación de la palabra, Los decretos y declaración que cualquier persona pueda emitir nunca jamás podrán ser diferentes a los enunciados doctrinales de los apóstoles, una declaración o decreto, no puede salirse del contexto general de las escrituras, estas es una de las razones del porque es más sabio no ejercer estas prácticas.

CONTEXTUALMENTE NO HAY SOPORTE EN LAS ESCRITURAS. Recordemos que según la ideología de estos movimientos ellos puede “declarar las nuevas directrices de Dios para la iglesia, y con sus decretos hacen mover el mundo espiritual a favor de la iglesia” Y esto no es otra que suplantar la labor apostólica, ya que en el real y verdadero contexto de las cartas doctrinales en ellos estuvo única responsabilidad de dar las directrices de la iglesia;  Como analizamos en los anteriores pasajes tanto del antiguo como del nuevo testamento pudimos evidenciar que el contexto de la palabras declarar y decretar no tiene nada que ver con el mover la mano de Dios a favor de una persona o iglesia.
FALSA ILUSIÓN, EGOÍSMO Y FALSA SUPLANTACIÓN Por otro lado pretender que un decreto apostólico contemporáneo pueda llegar a influenciar y mover la mano de Dios a favor de la iglesia, no es otra cosa que el colmo de la ignorancia y orgullo, olvidan por completo que Jesús es el Señor de la iglesia, Él como la cabeza del cuerpo (Efesios 5) es quien  dirige, controla y ejecuta los designios de la iglesia. Dios no va a cambiar sus verdaderos decretos por una ilusión humana llena de intereses mezquinos.
…Yo decreto liberación, Yo declaro prosperidad sobre tu vida, Yo declaro el reino y poder sobre ti, y otras tantas y tantas declaraciones como estas pasean de púlpito en púlpito y de evento en evento, uno de los síntomas de peligro es el constante uso del  “YO”, cuando un predicar usa con demasiada frecuencia el yo, no es otra cosa que hablando de sí mismo, ensalzando su ego, haciéndose Dios y rebajando a Dios a la condición de hombre, “Yo Decreto que” No tenemos ni poder ni autoridad ni permiso para hacer tales “actos proféticos” además como lo enuncia al principio de este estudio, eso hace parte de las prácticas de la metafísica
Cuando una persona dice “Yo declaro, yo decreto” está obligando a Dios a hacer lo que se está diciendo, y esto es ofender por completo la soberanía de Dios. 

INVALIDA LA SOBERANÍA DE DIOS.  Con mucha frecuencia se oye decir: “si quieres algo, ¡decláralo!”. Y esto es suficiente para que Dios tenga la obligación de dártelo. ¿Quieres un carro? ¡Decláralo!, ¿Una esposa?, ¡Decláralo!, ¿Una casa? ¡Decláralo! Sin embargo los que así creen se olvidan del atributo de Dios que el autor describe en Síntesis de doctrina como la causa de todos los atributos: Su soberanía.

Los atributos de Dios se pueden agrupar en morales y naturales, estos últimos son exclusivos de la deidad y pertenecen a su naturaleza y se les denomina incomunicables. Uno de esto es la soberanía.
Este atributo establece que Dios tiene el control de todo lo que existe y decreta y actúa sin que nadie ni nada pueda resistir su autoridad. (Isaías 40:23,24 ; 43:13 Efesios 1:11).









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