Leemos en la palabra que los milagros
son una característica evidente del creyente, según el relato del evangelista
Marcos, podemos leer que: “El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el
que no creyere, será condenado. Y estas señales seguirán a los que creyeren: En
mi nombre echarán fuera demonios; hablaran nuevas lenguas; Quitarán serpientes, y si bebieren cosa
mortífera, no les dañará; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán.” Marcos
16:17-18
En esta ocasión quiero tocar este magnífico
tema, y por su puesto ser analizado a la luz de la doctrina bíblica. Además deseo
motivarle a creer que Dios puede hacer
algo especial en cada una de sus necesidades.
La palabra milagro tiene tres raíces etimológicas
del hebreo “ôth” que traduce signo, muestra y augurio; “môƒêth” que traduce señal, prodigio,
maravilla; la segunda raíz proviene del griego “Dúnamis” que traduce poder; además de “seméion” que traduce señal. La tercer raíz de la palabra milagro
proviene del latín “Miraculum” que
significa un objeto para maravillarse, una maravilla, algo maravilloso, una
cosa extraña, algo admirable, mirar con asombro o con estupefacción; adeás
proviene del verbo “mirari” que
traduce maravillarse, asombrarse, sorprenderse.
En la teología cristiana, se llama
milagro a un suceso a la vez sensible y trascendente que se produce con
intervención divina y que forma parte asimismo de una revelación. Estos tres
aspectos son indisolubles de tal modo que el milagro es descrito como un
prodigio que es un signo o como signo trascendente no habitual. La mera ocurrencia
de un suceso extraordinario es insuficiente para que se considere un milagro.
El suceso debe ser un signo, es decir, conllevar con propiedad un significado
espiritual.
El milagro ha sido tratado por
diversos autores, algunos clásicos, como San Agustín o Santo Tomás, y modernos,
existiendo diferencias interpretativas entre los ámbitos católico, protestante
y ortodoxo. Hoy es estudiado dentro del marco de la teología del milagro, que
es a su vez una rama de la antropología espiritual cristiana. Una parte
esencial de estos estudios se dirige a la hermenéutica bíblica, sobre todo en
lo que atañe a los Milagros de Jesús, de los cuales el más importante es el de
la resurrección. https://es.wikipedia.org/wiki/Milagro_(teolog%C3%ADa_cristiana)
Nuestros antepasados latinos llamaban “miraculum” (Milagro) a aquellas cosas prodigiosas que escapaban a
su entendimiento, como los eclipses, las estaciones del año y las tempestades.
Esta forma latina se mantiene en
francés y en inglés como miracle, y en italiano como miracolo, entre otras
lenguas neolatinas.
Es así como, desde el punto de vista
etimológico, la palabra milagro no dice relación necesariamente con una cierta
intervención divina, sino que se liga al asombro ante lo inefable, tal como lo
plantearan los latinos.2 A raíz de esto, milagro también puede referirse a un
"2. Suceso o cosa rara, extraordinaria y maravillosa.", sin implicar
fuerzas divinas.
Intervención sobrenatural en los
asuntos humanos que no se puede explicar sobre la base de las leyes naturales
conocidas, o algo que no se esperaría en el transcurso natural de los eventos.
Un examen a los milagros descritos en
la palabra clarifica su naturaleza y propósito.
Todos los milagros de la escritura poseen
características especiales Características las cuales es bueno mirar
detenidamente.
Los milagros no deben buscar un
beneficio personal, mucho menos ser promover por el deseo mezquino y morboso de
terceros. Mateo. 16:4; Lucas 23:8, 9).
Cada milagro parece responder a una
necesidad material o física específica. Sí, Dios es quien otorga el milagro, Él
en su soberanía actuará.
Los milagros deben asegurar en quien
los recibe, y a los observadores, el amor, la simpatía y el interés del Padre
celestial, su deseo y capacidad para solucionar sus problemas espirituales (Marcos
2:9-11; Juan 6:11, 12, 27; 9:5-7, 39, 41; 11:23-26, 37, 44)
Los milagros deben inspirar fe en
Jesús como el Hijo de Dios Juan 11:27, 45; 15:24
Los milagros señalan sus
"obras" como evidencia de ser el Mesías y de su autoridad divina Mateo
11:20-23; Juan 5:36; 10:24, 25, 32, 37, 38; 14:10, 11),
Los milagros ayudan a reconocer la divinidad en operación en él y por medio de
él Lucas 9:43; 19:37; 24:19; Juan 3:2; 6:14; 9:16,33
Para recibir un milagro Jesús
demandaba fe Mateo. 17:20; Marcos. 9:23, 24; Juan 4:48, 49
Los milagros son cooperación activa Mateo
17:27; Juan 9:7
Los milagros tienen como objetivo la disposición
para poner de allí en adelante su vida en armonía con los principios del reino
de los cielos Juan 5:14)
Quien recibe un milagro implícitamente
posee la obligación de hablar a otros del amor y del poder de Dios Marcos 5:19
Las estadísticas de Jesús son muy
interesantes, Aunque el evangelista Juan relata que fueron incontables sus
milagros, los evangelios solo registraron 35 milagros de los cuales, 23 fueron sanamientos, en 3 ocasiones resucitó
muertos, 3 veces proveyó alimentos o bebida, 2 veces realizó grandes capturas
de peces; los otros 4 fueron: calmar la tormenta, caminar sobre el agua, secar
la higuera estéril y proporcionar dinero para el impuesto de él y el Judas el
traidor.
LOS MILAGROS EN EL CRISTIANO. Las
siguientes consideraciones son de importancia en la práctica de la fe cristiana,
las cuales deben ser tenidas muy en cuenta para evitar caer en excesos.
1) El
poder de obrar milagros es un don del Espíritu Santo 1 Co. 12:4, 10, 28
a. Ningún
ser humano puede apropiarse de hacer milagros, ya que estos son realizados por
Dios.
b. No
asumir para sí Hechos. 8:18-22
2) Jesús
prometió a sus discípulos que harían "obras mayores" que las que le
vieron hacer a él Juan 14:12; no en poder o valor, sino en extensión y
cantidad).
3) La
comisión evangélica contenía la promesa del poder de obrar milagros (Marcos.
16:16-18; 1 Corintios 12:10), y no hay evidencias de una limitación del tiempo
para el uso de ese poder. El mismo poder divino de los días del NT está
disponible hoy cuando hace falta, pero deben satisfacerse las mismas
condiciones, tanto por quien los recibe como por el agente humano que opera.
SATANÁS EL ENGAÑADOR Y USURPUDOR DE
MILAGROS
Satanás también tiene poder de hacer
milagros muy parecidos a los verdaderos. Éxodo. 7:11, 22; 8:7, 18; Hechos 8:9-11;
2 Tesalonicenses. 2:9; Apocalipsis 13:14; 19:20
Sí, en ocasiones Satanás tiene poder para producir enfermedades
físicas en los hombres. Lucas 13:16
También a veces puede liberarlos si se
adecua a sus propósitos. En consonancia, el cristiano alerta no caerá presa de
engaños satánicos, sino atenderá a la instrucción de probar "los espíritus
si son de Dios" 1 Juan 4:1
Dios el que era, el que es y el que
será aún tiene su valija llena de milagros para usted, tenga fe, espere en su
providencia y recíbalo con toda humildad.
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