Lucas 20:19-26 – “entonces les dijo: Pues dad al César lo
que es del César, y a Dios lo que es de Dios”
Comprender que como cristianos tenemos una doble
responsabilidad moral, una frente a Dios y otra frente a las autoridades
delegadas por parte de Dios. El Cesar: (en latín caesar) fue un título
imperial. Deriva del cognomen de Gaius Iulius Caesar («Cayo Julio César»), el
inteligente general, cónsul y dictador (nombrado por el Senado) romano que fue
asesinado durante los idus de marzo de 44 a. C.
En la historia romana se conoce de la existencia de 12
Cesares. https://es.wikipedia.org/wiki/C%C3%A9sar_(t%C3%ADtulo)
El pasaje de Lucas nos muestra las dos autoridades a las que
estamos expuestos: Autoridad Superior.
(Espiritual), Dios es la máxima autoridad. Quien delega o asigna autoridad en el hombre. Apocalipsis 4:11 “Señor, digno eres de
recibir la gloria y la honra y el poder; porque tú creaste todas las cosas, y
por tu voluntad existen y fueron creadas”
Autoridad delegada.
La autoridad delegada es la recibida de parte Dios, Son hombres con un
“poder” limitado. Romanos 13:1” porque
no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido
establecidas.” Las autoridades delegadas son todas aquellas personas que están
por encima de nosotros ya sea en grado de consanguinidad, o cargo.
Las razones de Jesús. En la conversación que Jesús sostiene
con el espía de los religiosos de la época Jesús le da a conocer que hay una
doble responsabilidad moral; Tenemos una responsabilidad con la autoridad
Superior y tenemos una responsabilidad con la autoridad delegada, Jesús le
dijo: “Dad a César y Dad a Dios” parafraseado, Dad a la autoridad Delegada y
dad A la autoridad superior.
Por otro lado Jesús le da el lugar que corresponde a cada
autoridad y añade diciendo: “Dad a César lo que es de César; y a Dios lo que es
de Dios” recordemos, que “Cesar” era un título imperial, Jesús, está otorgando
reconocimiento y autoridad al título imperial, a la autoridad de legada.
Pero ¿Qué es lo que debemos dar a cesar” Jesús no abolió la autoridad, ni la ignoró,
mucho menos la satanizo, como hace alguna secta que va de puerta en puerta.
Romanos 13:1-7 “1
Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no hay autoridad
sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas. 2 De modo
que quien se opone a la autoridad, a lo establecido por Dios resiste; y los que
resisten, acarrean condenación para sí mismos. 3 Porque los magistrados no
están para infundir temor al que hace el bien, sino al malo. ¿Quieres, pues, no
temer la autoridad? Haz lo bueno, y tendrás alabanza de ella; 4 porque es
servidor de Dios para tu bien. Pero si haces lo malo, teme; porque no en vano
lleva la espada, pues es servidor de Dios, vengador para castigar al que hace
lo malo. 5 Por lo cual es necesario estarle sujetos, no solamente por razón del
castigo, sino también por causa de la conciencia. 6 Pues por esto pagáis
también los tributos, porque son servidores de Dios que atienden continuamente
a esto mismo. 7 Pagad a todos lo que debéis: al que tributo, tributo; al que
impuesto, impuesto; al que respeto, respeto; al que honra, honra.”
¿Qué le debemos dar a la autoridad delegada?
1. Debemos someternos. (Agachar la cabeza, doblar la
rodilla) Una cosa es someter y otra
totalmente diferente someterse; Someter, es la acción que ejerce una persona
sobre un individuo (dominar, doblegar) y Someterse, es un acto voluntario de
obediencia a la autoridad delegada. Entonces, la primera responsabilidad moral
es obedecer, doblegarse voluntariamente a la autoridad. https://definicion.de/someter/
a. Cumplir con los deberes ciudadanos. Vr 6-7
b. Dar respeto
c. Dar honra
2. Cumplir con las obligaciones ciudadanas Vr 6-7
3. Dar respeto
4. Dar Honra
¿Qué debemos dar a Dios?
Dar la gloria
debida. Salmo 29:2 “Dad a Jehová la
gloria debida a su nombre; Adorad a Jehová en la hermosura de la
santidad.” 2 Crónicas 16:29-31 “29
Dad a Jehová la honra debida a su nombre; Traed ofrenda, y
venid delante de él; Postraos delante de Jehová en la hermosura de la santidad.
30 Temed en su presencia, toda la tierra; El mundo será aún establecido, para
que no se conmueva. 31 Alégrense los cielos, y gócese la tierra, Y digan en las
naciones: Jehová reina.
2. Postrarnos, rendirnos a él. Salmo 92:6-7 “Venid, adoremos y postrémonos;
Arrodillémonos delante de Jehová nuestro Hacedor. 7 Porque él es nuestro Dios;
Nosotros el pueblo de su prado, y ovejas de su mano. Si oyereis hoy su voz”
podemos concluir que el no pagar deliberadamente los impuestos
tales como patrimonio, IVA, renta; siendo estos aprobados por el gobierno no
solo nos desvirtúa la fe, si no que trae consigo consecuencias como multas
tanto sobre quienes promueven como quienes lo hacen y lo mas lamentable o lo
peor la desaprobación de Dios.
El no hacerlo por codicia o rebelión se llama pecado
todavía; pues la ley de Dios es perfecta y justos son sus juicios.
Debemos recordarlo Dios, el precioso hijo de Dios, nuestro
hermano mayor, pago a precio de sangre y ser dueño del universo entero, también
le enseño a pedro para hacerlo, como no lo demandara en nosotros que somos luz
y sal al mundo.
No olvidemos cuando de impuestos se trata, de honra y de
gloria; demos a Dios lo que es de Dios y al cesar lo que es del cesar.
Comentarios
Publicar un comentario