¡Cuando Salir de una congregación! A lo largo de mis años como miembro de iglesia y ahora como ministro, he observado con preocupación cómo muchos creyentes cambian de congregación con la misma ligereza con la que se elige un supermercado. En algunos casos, ¡parece incluso más fácil cambiar de iglesia que de marca de arroz! Las razones que suelen esgrimirse para justificar estos cambios rara vez están fundamentadas en la Escritura o en una búsqueda sincera de la voluntad de Dios. Más bien, responden a impulsos emocionales, preferencias personales o expectativas no satisfechas. He escuchado frases como: • “Pastor, me voy porque aquí no hay crecimiento.” • “Pastor, me marcho porque no hay espacio para servir.” • “Pastor, me voy porque usted no me atiende.” • “Pastor, me voy porque no veo milagros.” • “Pastor, me voy porque hay mucha hipocresía.” • “Pastor, me voy porque no reconocen mi ministerio.” • “Pastor, me voy porque el grupo de alabanza es arrogante.” • “Pasto...
Un espacio para crecer y meditar en la sabiduría de la palabra de Dios.