El trasfondo de la ofrenda Los hijos de Adán y Eva presentaron ofrendas a Dios. La de Abel fue aceptada, mientras que la de Caín fue rechazada. La interpretación más extendida es que ambos debían ofrecer un cordero sin defecto, como figura del sacrificio pascual de Cristo. Aunque ellos no comprendían plenamente su significado, sí conocían la instrucción divina. Caín, sin embargo, decidió presentar el fruto de su esfuerzo, ignorando lo que Dios había demandado. El relato dice: “Pero no miró con agrado a Caín y a la ofrenda suya. Y se ensañó Caín en gran manera, y decayó su semblante” (v.5). Lleno de ira y amargura, Caín asesinó a su hermano Abel, convirtiéndose en el protagonista del primer homicidio humano. La sangre de Abel clamaba justicia (v.10), y Dios confrontó a Caín en un diálogo cargado de significado teológico. La advertencia divina frente al pecado En los versículos 6 y 7, Dios advierte a Caín: “Si bien hicieres, ¿no serás enaltecido? y si no hicieres bien, el pecado está a l...
Un espacio para crecer y meditar en la sabiduría de la palabra de Dios.