Es curioso observar cómo nos aferramos con tanta intensidad a esta vida, haciendo enormes esfuerzos por prolongarla, por ejemplo, cuando un ser querido de avanzada edad está por partir, nos resistimos a aceptarlo, ignorando voluntariamente que la muerte es una realidad ineludible. ¡Muchos pretenden vivir para no morir! aferrados a esta vida temporal pasamos años acumulando logros, objetos y experiencias; Nuestra vida se convierte en un museo de triunfos, derrotas, alegrías y fracasos. Cada uno atesora lo suyo como joyas incalculables, aunque solo valiosas para el coleccionista . El apego a esta vida pasajera suele medirse por lo que logramos construir, asegurar y exhibir. Llegamos a convencernos de que somos importantes por el vehículo que conducimos, la marca del dispositivo que usamos, la ropa que vestimos, el barrio en el que vivimos, el título que obtuvimos o la institución de la que egresamos, llegando a considerar que esto es el todo del ser humano. Esta falacia social nos p...
Un espacio para crecer y meditar en la sabiduría de la palabra de Dios.