Todo inicio de año es una época donde las personas nos fijamos metas y propósitos y eso está más que perfecto, el problema radica en que en ocasiones no tenemos la suficiente fuerza de voluntad para mantenerlos en esas decisiones hasta el último día del año, con mucha facilidad y prontitud abandonamos estos proyectos que al parecer eran muy firmes. Existen decisiones en nuestra vida las cuales deben ser bien planeadas, bien estructuradas y sobre todo deben llevar el sello de la dirección de Dios, el pasaje de números nos deja ver el grado de importancia que la dirección de Dios debe jugar en la vida del Creyente.
La dirección del espíritu Santo es inherente a la toma de decisiones del cristiano. Espero que comprendamos que el cristiano debe vivir su vida tomando sus decisiones bajo la dirección del Espíritu santo.
Leemos en Números 9:18 “Al mandato de Jehová los hijos de Israel partían, y al mandato de Jehová acampaban; todos los días que la nube estaba sobre el tabernáculo, permanecían acampados.”
Israel acaba de salir
del cautiverio de 400 en Egipto donde fueron tomados esclavos por esta nación,
Dios escuchó el clamor del pueblo y levantó un líder quien de la mano,
dirección y poder de Él, libertaria al pueblo del yugo de la esclavitud.
Según el contexto histórico Israel fue librado a manos de José de la hambruna que experimentó la tierra, pero una vez muere el faraón protector de los israelitas, estos, son tomados esclavos.
Por la Mano del Señor el pueblo es sacado a libertad en el desierto, paradójicamente el pueblo fue libre de un amo, pero pasó a la servidumbre voluntaria de otro amo quien deseaba y tenía lo mejor para ellos, la verdadera esclavitud a Dios es servirle con libre voluntad, ahora el pueblo es libre del abuso egipcio y podía escoger ser esclavo de la libertad en Dios para honrarlo y obedecerlo; lo mismo ocurre hoy con el hijo de Dios que es libre de la cautividad de satanás y libertado del yugo de la ley del pecado por la obra redentora de Cristo, ahora es libre para adorar y servir voluntaria y amorosamente a su redentor.
Detengámonos un momento, extraigamos los aspectos relevantes de la libertad en Dios y como debemos sujetarnos a ella.
En primer lugar: Vr 15a “El día que el tabernáculo fue erigido” hubo un antes y un después en la liberación del pueblo, en todo el proceso de liberación y la salida de Egipto Moisés fue la “cara visible de Dios”, el instrumento que Dios usaría como su representante ante faraón y sus malignos brujos.
Dios levantó su altar de adoración para que el pueblo después de 400 años pudiera de manera libre, voluntariamente y amorosa le sirvieran y le adoraran.
En segundo lugar: Vr 15b-16 “la nube cubrió el tabernáculo sobre la tienda del testimonio; y a la tarde había sobre el tabernáculo como una apariencia de fuego, hasta la mañana. 16 Así era continuamente: la nube lo cubría de día, y de noche la apariencia de fuego." Ahora, Dios mismo de forma “visible” mediante su expresión de amor y protección se mostraba al pueblo como su líder manifestando no solamente su liderazgo sino su gloria, algunos escritores afirman que la nube en el día cubría al pueblo del inclemente sol del desierto y en la noche los abrigaba de las implacables bajas temperaturas.
En tercer lugar: La gloria de Dios y sus directrices se manifestaban de manera permanente en el pueblo y al pueblo; en la forma de la nube y el fuego el pueblo podía estar confiado y seguro en la provisión y protección de Dios.
En cuarto lugar: El movimiento de la columna representaba la voz de Dios al pueblo, ellos entendían que al más mínimo movimiento de la columna debían levantarse, organizar y moverse. Vr 17-23 “17 Cuando se alzaba la nube del tabernáculo, los hijos de Israel partían; y en el lugar donde la nube paraba, allí acampaban los hijos de Israel. 18 Al mandato de Jehová los hijos de Israel partían, y al mandato de Jehová acampaban; todos los días que la nube estaba sobre el tabernáculo, permanecían acampados. 19 Cuando la nube se detenía sobre el tabernáculo muchos días, entonces los hijos de Israel guardaban la ordenanza de Jehová, y no partían. 20 Y cuando la nube estaba sobre el tabernáculo pocos días, al mandato de Jehová acampaban, y al mandato de Jehová partían. 21 Y cuando la nube se detenía desde la tarde hasta la mañana, o cuando a la mañana la nube se levantaba, ellos partían; o si había estado un día, y a la noche la nube se levantaba, entonces partían. 22 O si dos días, o un mes, o un año, mientras la nube se detenía sobre el tabernáculo permaneciendo sobre él, los hijos de Israel seguían acampados, y no se movían; más cuando ella se alzaba, ellos partían. 23 Al mandato de Jehová acampaban, y al mandato de Jehová partían, guardando la ordenanza de Jehová como Jehová lo había dicho por medio de Moisés.”
Quinto lugar: Los tiempos de Dios son perfectos. Mientras la columna no se moviera el pueblo debía permanecer acampado, y cuando la columna se movía el pueblo debía también moverse.
Sexto lugar. El tiempo que Dios determinara dejar quieta la columna el pueblo debía permanecer en el mismo lugar a Donde la nube los había llevado; la duración del recorrido que Dios designara que la columna se tomara el pueblo debía también peregrinar por el desierto. En cada circunstancia que el pueblo enfrentará ya fuera acampados o en movimiento lo único cierto es que ese tiempo era direccionado por Dios.
Y séptimo lugar: El pueblo sabia por la promesa de Dios que llegarían a la tierra prometida, sin duda sabían que caminaban hacia su bendición, acertadamente anhelaban y esperaban ver la tierra que fluye leche y miel, pero lo más impactante es que a pesar de sus certezas, en definitiva era por Dios y solo por la dirección del Señor que ellos llegarían a puerto seguro. A pesar de todo lo experimentado en la peregrinación Dios los llevaría al propósito por el cual el los libertó.
En segundo lugar: Así como Dios mismo de forma “visible” mediante su expresión de amor y protección se manifestaba al pueblo, ahora, Él, se manifiesta a sus hijos mediante el Espíritu santo. El pueblo era guiado por la columna, tu y yo ahora podemos y somos guiados por la tercera personan de la deidad.
Como diría el apóstol Pablo, en 1 corintios 10:6 “Mas estas cosas sucedieron como ejemplos para nosotros, para que no codiciemos cosas malas, como ellos codiciaron.” Si bien los ejemplos que nos dejaron los israelitas en el desierto del todo no fueron los mejores, también podemos tomar ejemplo de las cosas buenas que Dios preparó para ellos y hoy como un asombroso paralelo se cumplen en nuestra vida.
En primer lugar: Nuestras vidas tienen un antes y un después en Dios, Él, por su gracia un día nos erigió como su templo viviente, nos vivificó en Jesucristo, quien efectuó todo el proceso de nuestra liberación venciendo de manera increíble sobre todas las potestades. 1 Corintios 6:19; 1 Corintios 3:16-17; 1 corintios 15:45
En tercer lugar: así como el pueblo estaba constantemente guiado por la columna, el creyente renacido, está permanentemente guiado por el Espíritu de Dios. Juan 16:13-15
En cuarto lugar: de la misma manera que cuando la columna se movía y proveía dirección al pueblo el Espíritu santo en la vida de creyente regenerado provee dirección.
En quinto lugar: En nuestra vida los tiempos de Dios también son perfectos, solo cuando el espíritu de Dios nos indique que camino tomar debemos hacerlo, de lo contrario si Dios a través del Espíritu Santo no nos da dirección debemos permanecer acampando en Dios.
En sexto lugar: Dios tiene preparadas temporadas para cada
uno de nosotros, es nuestra tarea ser sensibles a su dirección mientras estamos
en nuestro peregrinaje. En ocasiones es Dios quien en su soberanía nos
introduce en tiempos de desierto, no para exterminarnos sino más bien para cumplir
su propósito en nosotros, en otra ocasión nos llevará a verdes pastos, a aguas
de reposo, también nos llevará a tiempos de formación, de aprendizaje, de
avance, etc.
En séptimo lugar: Dios tiene un plan y un propósito en nuestras vidas, este plan inicia en la liberación de la cautividad y esclavitud del pecado, (Gálatas 5:1) Nos traslada de un estado de condenación a un estado de salvación eterna. Pero con toda certeza también sabemos que mientras estemos en esta peregrinación terrenal Dios cumplirá en nosotros sus otros propósitos para los cuales nos llamó. Colosenses 1:13
Los israelitas desarmaban sus carpas y se movían hacia la dirección y por el tiempo que fuera necesario que les indicará la columna; de la misma manera se detenían y acampaban donde la columna se detenía, y permanecían allí por el tiempo que la nube o la columna se quedará estática.
La columna de humo o de fuego, era la representación visible de la gloria de Dios y servía como guía y protección al pueblo, ellos, no debían tomar decisiones independientes; el hijo de Dios a diferencia del pueblo no tiene una representación o figura de la gloria de Dios, esta, se ha manifestado de forma real y visible al ser humano en la persona de Jesucristo y ahora la experimenta en la persona del Espíritu santo, el creyente vive en la verdadera gloria de Dios manifestada en su ser por Él Espíritu Santo.
La decisión de levantar el campamento no era potestativa del pueblo, era un acto de obediencia al movimiento de la columna, las decisiones del creyente, por lo menos las trascendentales no debieran ser potestativas sino mas bien en obediencia a la dirección del Espíritu santo. La pregunta sería: ¿Dónde entra Dios en nuestras decisiones? Desafortunadamente la experiencia nos muestra que en muchas oportunidades contristamos al Espíritu Santo y actuamos de manera libre, haciéndonos semejantes a Adán y a Eva, ignoramos la voz del Señor y le subimos todos los decibeles a nuestros vanos deseos.
Entender los tiempos de Dios y la dirección del Señor en nuestras vidas, será una tarea de continuo aprendizaje en nuestra relación personal con El. Quizás en la mayoría de las veces Dios no mandará un Moisés para que nos diga que hacer, sino que será la dulce y tierna voz de Espíritu la que nos guie; disciplinémonos en nuestro tiempo personal con Dios de estudio de la palabra y oración, de esta manera agudizaremos nuestros sentidos para oír la voz directora del Señor.
Levanta tu campamento las veces que sea necesario, pero siempre y cuando la nube te dirija.
SI esta reflexión ha bendecido tu vida por favor compártela para que tus contactos también sean ricamente edificados.
Josué D. Aya
Ps. CRC Kennedy
#elpasdanny
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