El infierno está lleno de “iluminados” que en realidad vivieron en absoluta oscuridad. La verdad sobre el infierno es una realidad tan cierta como la misma vida, a diferencia de la vida que sí se extingue, pero, el paso a la vida eterna no tiene fin, no tiene parada, no tiene estaciones de abordaje; como diría el erudito Jonathan Edwards: Un condenado en el infierno después de 10.000 años de condenación mirará atrás en el tiempo y verá que este tiempo no significa una ápice con relación el oscuro futuro de dolor y tormento sin fin que le espera sabiendo que jamás tendrá la más mínima esperanza de escapatoria. ( Parafraseado ) Erróneamente se tienen algunas concepciones respecto a que el hombre puede o no puede ir a la condenación eterna, algunos atribuyen esta responsabilidad a satanás, creen que la condenación es una responsabilidad única y absoluta del diablo, haciéndose inocentes de toda culpa sin serlo; otros afirman que el hombre puede o no puede ser condenado, consideran que
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